Siendo el año 2012, el señalado por
los mayas como término de un período de tiempo e inicio de otro, la Punta Sur
de Isla Mujeres, donde los antiguos pobladores de esta ínsula hacían ofrendas a
la Diosa Ixchel, deberá ser escenario obligado de ceremonias y rituales para la
purificación y recarga de las energías positivas que se anuncian.