Gerardo Magaña Barragán y el Caribe Maya... Por Fidel Villanueva

viernes, 9 de marzo de 2012

“Nuestra marca corporativa como prestadores de servicios al turismo debe ser: Caribe Maya. Cómo es posible que usando a nuestros antepasados registremos un Mundo Maya, una Costa Maya, un Maya Air, una Ruta Maya, una Zona Maya, y muchos nombres más relacionados con nuestros ancestros, e incongruentemente, no nos presentemos ante el mundo como lo que somos: El Caribe Maya.” -GMB.

Este comentario es irrefutable porque la cultura maya es valor agregado en todas nuestras promociones, pues demostrado está que lo que se sabe de nosotros en el resto del mundo tiene como referente principal a los mayas.
Contaría como anécdota que en 1989, con motivo de un seminario sobre agua potable en Viena, Austria, al que asistí con el Ing. Iván Hernández Pacheco, a la sazón Director General de la CAPA, muy emocionado solicité a Gerardo Magaña Barragán, que era entonces Presidente Municipal, me proporcionara todos los folletos y trípticos que sobre Isla Mujeres hubiera, pues mi intención era aprovechar el viaje para dejar por todos lados noticias sobre nuestro paraíso tropical y sus atractivos.
Menudo chasco me llevé, pues en ninguno de los países de Europa occidental donde estuvimos conocía alguien a Isla Mujeres, y ni siquiera a Cancún.
En todos los casos, al ubicarnos en el mapa la expresión común fue: “Ah si, los mayas, México, Hugo Sanchíz (sic), Bacardí, tequila”, pero de la ínsula ni la menor idea.
Claro, hoy con los avances en materia de comunicaciones podemos estar en todo el orbe…al igual que muchos otros sitios de interés, más reflexionemos que es tanta la información que saturan las redes, que podemos decir que seguimos donde estábamos en 1989. Esto es percepción personal que acepta y respeta opiniones en contrario. Lo único que quiero dejar claro es que sin los mayas nuestra promoción perdería su encanto. Pero tratemos sobre alguien que, por experiencia, puede opinar sobre lo expuesto.

Quién es Gerardo Magaña B.

Para tratar sobre la actividad turística y su evolución en la región, resulta difícil encontrar en Isla Mujeres a una persona más calificada que el entrevistado, pues su formación y trayectoria en el sector puede ser hasta envidiada, pero no soslayada.
Nacido un 21 de octubre de 1945, el hombre que ya no se cuece al primer hervor, creció en la vorágine del turismo, primero regional y luego de masas, que transformó de manera abrupta la sociedad y la economía tradicional de Isla Mujeres a partir de 1957.
Si bien es cierto, su infancia estuvo muy influenciada por la apacible vida cotidiana de aquel sencillo pueblo de pescadores, Gerardo fue de los pocos que tuvo visión para aceptar primero, y sumarse después, al desarrollo y consolidación de una actividad que hoy es motor del desarrollo municipal.
Un mejor perfil de Gerardo puede uno formárselo al conocer el testimonio de isleños de su tiempo, pues lo recuerdan vendiendo antojitos por las calles para ayudar a la economía de la casa. Su madre fue una cozumeleña: María de los Ángeles Barragán Díaz, que luchó junto a su esposo Agapito Magaña Bacelis para sacar adelante a los diez hijos que tuvo el matrimonio. Así eran esos tiempos en que las oportunidades de superación estaban muy limitadas en aquel aislado caserío entre palmeras que era Isla Mujeres. Pero atendamos a sus palabras:

“Mira, estudié la primaria en la antigua escuela Andrés Quintana Roo. Maestros de ese tiempo como la cozumeleña Carlota Azueta y el tabasqueño Julio Saury Espinosa fueron mis mentores. Hubo otros, pero a estos dos, por su entrega y su capacidad, nunca podré olvidarlos.
La secundaria la estudié, una parte en la Escuela de Enseñanzas Especiales que con tanta dedicación atendió la maestra Josefa Adame Solís, y la otra parte con ella misma, pero ya en secundaria oficial. Ambos planteles tuvieron como sede lo que es hoy el edificio del DIF en la avenida Juárez.
A Mérida me fui a estudiar a la Preparatoria Mixta México, pues aquí no había, y de ahí regresé por razones económicas que me impidieron llegar más lejos. Ya en la isla el Padre Bernardo Nagle se convirtió en una especie de maestro de tantas cosas que sabía y que transmitía a los jóvenes y niños de la isla, yendo más allá de sus deberes eclesiásticos.
Le debo muchas cosas a ese religioso. Una de ellas es la de ayudarme a mejorar los conocimientos que del idioma inglés asimilé en la secundaria, de maestros como los hermanos Lima Zuno y del profesor Waterland. Otra es la de haberme enviado a trabajar a los Estados Unidos, a un hotel de Boston de donde regresé luego de un tiempo, porque el frío me causó tantos problemas que vine para operarme de la nariz y la garganta.
De vuelta al terruño fui contratado como gerente del hotel Rocas del Caribe donde estuve poco más de un año. Pasó que Fernando Barbachano me invitó a laborar para él en una empresa aérea que estaba por inaugurar en Isla Mujeres: Aerotaxis Safari.
Emocionado con la idea de ser parte de un equipo que sería pionero de la aviación comercial en la región me incorporé con él, y no dudé en ayudar a retirar el abundante escombro que estorbaba por toda la pista de aterrizaje para dejarla en condiciones de uso.
Dos años operamos como Aero Safari, y el éxito fue tal, que al adquirir Barbachano más rutas los vuelos dejaron de  ser a Cozumel, Mérida o Chichén Itza, para llegar hasta el Distrito Federal, con escalas eventuales en Oaxaca, Tabasco y Chiapas. No tardaría el célebre yucateco en adquirir otras líneas, con las que hizo vuelos hasta el Bajío y Sonora.
Llegó Aeromaya a un nivel de competencia tan alto que Mexicana de Aviación lo vio como un serio competidor. Se dieron algunos roces y escarceos entre ambas empresas, en los que instituciones como la Universidad de Yucatán defendieron el derecho de Barbachano para seguir creciendo, más se impusieron intereses nacionales que poco a poco fueron mermando a una línea aérea que hizo historia en México.
Por cierto, te comento que Barbachano operó otra línea de alcance peninsular, la cual tenía oficinas en Isla Mujeres, en los bajos del Hotel Del Paso, a unos metros del muelle fiscal de la isla.
Así que en 1969, al dejar de operar Aeromaya, continué trabajando para Barbachano, pero ahora como cajero del Banco Comercial Peninsular en la isla, donde Romeo Magaña Carrillo era gerente. En este banco participé en el cumplimiento de los pagos a los otrora propietarios de los terrenos que ahora ocupa la Zona Hotelera; esos que Infratur compró tan baratos. Te cito como ejemplo que a mi papá le dieron un peso cuarenta con centavos por metro cuadrado.
Más la cosquilla de la aviación ya estaba en mis entrañas, por lo que  apenas pude me empleé en Mexicana de Aviación, pues era conocido de José Ángel Cárdenas, que fue el primer gerente que la compañía tuvo en Cancún, que era en ese tiempo un sueño que apenas comenzaba a realizarse.
Entre 1987 y 1990 estuve ausente de Mexicana de Aviación para cumplir mi gestión como Presidente Municipal, y luego, al regresar a la empresa aérea, preferí pedir mi liquidación, pues ya había decidido dedicarme al turismo desde otra trinchera. Mientras organizaba la construcción de un pequeño hotel laboré para la Comisión de Agua Potable en Cancún, para una conocida empresa de transporte terrestre, y para el gobierno del estado en el ramo turístico.
Ya terminado el hotel me involucré tanto en el turismo que durante seis años dirigí el Fideicomiso de Promoción asistiendo a varias ferias, ya sea a Milán, Berlín,  las Vegas, Madrid, Ámsterdam, Montreal, Acapulco, Houston, entre otras, y ahora cumplo como vocal del Fideicomiso de Promoción de Isla Mujeres.
Desde esta trinchera insisto en mejorar la calidad de atención al turista. En el tema de nuestra cultura está sobre la mesa la necesidad de ser respetuoso de nuestras raíces mayas-caribeñas.”

La autoridad que da la experiencia

Con tanto camino andado no veo manera de restar importancia a las propuestas que Gerardo Magaña Barragán emita sobre el tema del turismo. Es además un estudioso constante de nuestra historia y conocedor de la evolución de la región.
Tener como marca “Caribe Maya” lo hemos propuesto desde hace muchos años varios isleños. Gerardo lo ha hecho con mayor insistencia. Como él, esperamos que en este año, dedicado especialmente a los mayas, esta propuesta caiga en tierra fértil.


Colaboración de: Fidel Villanueva Madrid.
Cronista Vitalicio de Isla Mujeres.
Marzo de 2012.
ixcheel@prodigy.net.mx


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