“Nuestra marca
corporativa como prestadores de servicios al turismo debe ser: Caribe Maya. Cómo es posible que usando a nuestros antepasados registremos un Mundo
Maya, una Costa Maya, un Maya Air, una Ruta Maya, una Zona Maya, y muchos
nombres más relacionados con nuestros ancestros, e incongruentemente, no nos
presentemos ante el mundo como lo que somos: El Caribe Maya.” -GMB.
Este comentario es irrefutable porque la
cultura maya es valor agregado en todas nuestras promociones, pues demostrado
está que lo que se sabe de nosotros en el resto del mundo tiene como referente
principal a los mayas.
Contaría como anécdota que en 1989, con motivo
de un seminario sobre agua potable en Viena, Austria, al que asistí con el Ing.
Iván Hernández Pacheco, a la sazón Director General de la CAPA, muy emocionado
solicité a Gerardo Magaña Barragán, que era entonces Presidente Municipal, me
proporcionara todos los folletos y trípticos que sobre Isla Mujeres hubiera,
pues mi intención era aprovechar el viaje para dejar por todos lados noticias
sobre nuestro paraíso tropical y sus atractivos.
Menudo chasco me llevé, pues en ninguno de los
países de Europa occidental donde estuvimos conocía alguien a Isla Mujeres, y
ni siquiera a Cancún.
En todos los casos, al ubicarnos en el mapa la
expresión común fue: “Ah si, los mayas,
México, Hugo Sanchíz (sic), Bacardí,
tequila”, pero de la ínsula ni la menor idea.
Claro, hoy con los avances en materia de
comunicaciones podemos estar en todo el orbe…al igual que muchos otros sitios
de interés, más reflexionemos que es tanta la información que saturan las redes,
que podemos decir que seguimos donde estábamos en 1989. Esto es percepción
personal que acepta y respeta opiniones en contrario. Lo único que quiero dejar
claro es que sin los mayas nuestra promoción perdería su encanto. Pero tratemos
sobre alguien que, por experiencia, puede opinar sobre lo expuesto.
Quién
es Gerardo Magaña B.
Para tratar sobre la actividad turística y su
evolución en la región, resulta difícil encontrar en Isla Mujeres a una persona
más calificada que el entrevistado, pues su formación y trayectoria en el
sector puede ser hasta envidiada, pero no soslayada.
Nacido un 21 de octubre de 1945, el hombre que
ya no se cuece al primer hervor, creció en la vorágine del turismo, primero
regional y luego de masas, que transformó de manera abrupta la sociedad y la
economía tradicional de Isla Mujeres a partir de 1957.
Si bien es cierto, su infancia estuvo muy influenciada
por la apacible vida cotidiana de aquel sencillo pueblo de pescadores, Gerardo fue
de los pocos que tuvo visión para aceptar primero, y sumarse después, al desarrollo
y consolidación de una actividad que hoy es motor del desarrollo municipal.
Un mejor perfil de Gerardo puede uno formárselo
al conocer el testimonio de isleños de su tiempo, pues lo recuerdan vendiendo
antojitos por las calles para ayudar a la economía de la casa. Su madre fue una
cozumeleña: María de los Ángeles Barragán Díaz, que luchó junto a su esposo
Agapito Magaña Bacelis para sacar adelante a los diez hijos que tuvo el
matrimonio. Así eran esos tiempos en que las oportunidades de superación
estaban muy limitadas en aquel aislado caserío entre palmeras que era Isla
Mujeres. Pero atendamos a sus palabras:
“Mira, estudié la
primaria en la antigua escuela Andrés Quintana Roo. Maestros de ese tiempo como
la cozumeleña Carlota Azueta y el tabasqueño Julio Saury Espinosa fueron mis
mentores. Hubo otros, pero a estos dos, por su entrega y su capacidad, nunca
podré olvidarlos.
La secundaria la
estudié, una parte en la Escuela de Enseñanzas Especiales que con tanta
dedicación atendió la maestra Josefa Adame Solís, y la otra parte con ella
misma, pero ya en secundaria oficial. Ambos planteles tuvieron como sede lo que
es hoy el edificio del DIF en la avenida Juárez.
A Mérida me fui a
estudiar a la Preparatoria Mixta México, pues aquí no había, y de ahí regresé
por razones económicas que me impidieron llegar más lejos. Ya en la isla el Padre
Bernardo Nagle se convirtió en una especie de maestro de tantas cosas que sabía
y que transmitía a los jóvenes y niños de la isla, yendo más allá de sus
deberes eclesiásticos.
Le debo muchas cosas a
ese religioso. Una de ellas es la de ayudarme a mejorar los conocimientos que
del idioma inglés asimilé en la secundaria, de maestros como los hermanos Lima
Zuno y del profesor Waterland. Otra es la de haberme enviado a trabajar a los Estados
Unidos, a un hotel de Boston de donde regresé luego de un tiempo, porque el
frío me causó tantos problemas que vine para operarme de la nariz y la
garganta.
De vuelta al terruño
fui contratado como gerente del hotel Rocas del Caribe donde estuve poco más de
un año. Pasó que Fernando Barbachano me invitó a laborar para él en una empresa
aérea que estaba por inaugurar en Isla Mujeres: Aerotaxis Safari.
Emocionado con la idea
de ser parte de un equipo que sería pionero de la aviación comercial en la
región me incorporé con él, y no dudé en ayudar a retirar el abundante escombro
que estorbaba por toda la pista de aterrizaje para dejarla en condiciones de
uso.
Dos años operamos como
Aero Safari, y el éxito fue tal, que al adquirir Barbachano más rutas los
vuelos dejaron de ser a Cozumel, Mérida
o Chichén Itza, para llegar hasta el Distrito Federal, con escalas eventuales
en Oaxaca, Tabasco y Chiapas. No tardaría el célebre yucateco en adquirir otras
líneas, con las que hizo vuelos hasta el Bajío y Sonora.
Llegó Aeromaya a un
nivel de competencia tan alto que Mexicana de Aviación lo vio como un serio
competidor. Se dieron algunos roces y escarceos entre ambas empresas, en los
que instituciones como la Universidad de Yucatán defendieron el derecho de
Barbachano para seguir creciendo, más se impusieron intereses nacionales que
poco a poco fueron mermando a una línea aérea que hizo historia en México.
Por cierto, te comento
que Barbachano operó otra línea de alcance peninsular, la cual tenía oficinas
en Isla Mujeres, en los bajos del Hotel Del Paso, a unos metros del muelle
fiscal de la isla.
Así que en 1969, al
dejar de operar Aeromaya, continué trabajando para Barbachano, pero ahora como
cajero del Banco Comercial Peninsular en la isla, donde Romeo Magaña Carrillo
era gerente. En este banco participé en el cumplimiento de los pagos a los
otrora propietarios de los terrenos que ahora ocupa la Zona Hotelera; esos que
Infratur compró tan baratos. Te cito como ejemplo que a mi papá le dieron un
peso cuarenta con centavos por metro cuadrado.
Más la cosquilla de la
aviación ya estaba en mis entrañas, por lo que apenas pude me empleé en Mexicana de Aviación,
pues era conocido de José Ángel Cárdenas, que fue el primer gerente que la
compañía tuvo en Cancún, que era en ese tiempo un sueño que apenas comenzaba a
realizarse.
Entre 1987 y 1990 estuve
ausente de Mexicana de Aviación para cumplir mi gestión como Presidente
Municipal, y luego, al regresar a la empresa aérea, preferí pedir mi
liquidación, pues ya había decidido dedicarme al turismo desde otra trinchera.
Mientras organizaba la construcción de un pequeño hotel laboré para la Comisión
de Agua Potable en Cancún, para una conocida empresa de transporte terrestre, y
para el gobierno del estado en el ramo turístico.
Ya terminado el hotel
me involucré tanto en el turismo que durante seis años dirigí el Fideicomiso de
Promoción asistiendo a varias ferias, ya sea a Milán, Berlín, las Vegas, Madrid, Ámsterdam, Montreal,
Acapulco, Houston, entre otras, y ahora cumplo como vocal del Fideicomiso de
Promoción de Isla Mujeres.
Desde esta trinchera
insisto en mejorar la calidad de atención al turista. En el tema de nuestra
cultura está sobre la mesa la necesidad de ser respetuoso de nuestras raíces
mayas-caribeñas.”
La
autoridad que da la experiencia
Con tanto camino andado no veo manera de restar
importancia a las propuestas que Gerardo Magaña Barragán emita sobre el tema
del turismo. Es además un estudioso constante de nuestra historia y conocedor
de la evolución de la región.
Tener como marca “Caribe Maya” lo hemos propuesto desde hace
muchos años varios isleños. Gerardo lo ha hecho con mayor insistencia. Como él,
esperamos que en este año, dedicado especialmente a los mayas, esta propuesta
caiga en tierra fértil.
Colaboración de: Fidel Villanueva Madrid.
Cronista Vitalicio de Isla Mujeres.
Marzo de 2012.
ixcheel@prodigy.net.mx
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