EDUARDO
JUANES PEÓN
y su
Arquitectura mexicana (II)
Isla Mujeres…el paraíso
perdido

Era un hombre
excepcional, dotado de una inteligencia superior, pero con un mal congénito en
su sistema nervioso, que igual lo sublimaba que lo sumía en profundas
depresiones. Esa enfermedad la conocen ahora como depresión bipolar; antes le
llamaban manía depresiva. Por ello, había que trabajar con él cuando andaba a
la alta. Fue hombre de gran visión empresarial.
Como otros yucatecos
de esos tiempos, varios años de su vida los pasó en Cuba haciendo negocios, y
como muchos, al caer el régimen de Batista Pepe Ponce vendió como pudo sus
bienes ahí y se vino para México, pasando también sus buenas temporadas en los
Estados Unidos.